Hace siete años convencidos de la importancia de que no todos los talleres deben funcionar dentro de la institución y de la importancia de los lazos con la comunidad nos acercamos a Parque Avellaneda, al colectivo “Amigos de la Huerta”, allí fuimos muy cálidamente recibidos con por Fatima Castro, quien desde ese entonces nos acompaña una vez por semana descubriendo de que se trata el trabajo de la huerta: sembrar, airear tierra, cosechar, armar almácigos, cuidar de las plagas de hormigas y caracoles, reproducir esquejes. Todo este aprendizaje siempre acompañado por un profundo respeto a la tierra y la naturaleza. También, Fue necesario trabajar sobre ropas adecuadas para el trabajo, la compra de herramientas, el cuidado de sí.
De a poco nos adentramos en los misterios y enseñanzas de las plantas aromáticas y junto a una médica del centro de salud del parque, comenzamos la elaboración de cremas y aceites.
Fátima es nuestro referente en la huerta, siempre trabajando codo a codo con la profesional a cargo de la institución. Desde hace tres años esta a cargo del taller Natacha Ebers, fotógrafa con formación en salud mental. Con su acompañamiento y mirada, los procesos de la huerta comenzaron a ser registrados por las cámaras del grupo, iniciando un proceso como fotógrafos amateurs. Los concurrentes ya tenían un acercamiento a la fotografía que desarrollaban en otro taller dentro de la institución. El grupo entonces debió buscar una identidad como artistas, investigar sobre otros fotógrafos que exploraron la naturaleza y en la búsqueda se encontraron con Diana Arbus, de allí el nombre del grupo.
La exploración sobre la imagen y la naturaleza siguió, entonces el grupo comenzó a explorar la técnica de la cianotipia, con la cual elaboraron una obra donde se plasma la vegetación del Parque Avellaneda. En marzo de 2019 y a partir del vínculo con los espacios sociales del Parque Avellaneda somos invitados a participar de una selección de obras. Pasando por curadores fuimos seleccionados para exponer en una muestra realizada en el centro cultura Casona de los Avellaneda en el mes de Junio del 2019.
Pero este grupo que tanto nos enorgullece, no se queda quieto…. Llego la pandemia y la imposibilidad de ir a la huerta presencialmente, el trabajo sigue en los balcones de cada uno, en los contactos frecuentes con Fatima para tomar nota de todo lo que habrá que hacer para recuperar este espacio cuando sea posible. Otra de las actividades desde las que se da continuidad al espacio es desde el “herbario poético”, se trata de un registro de toda la vegetación de la huerta y su vínculo con el arte, en este caso la poesía. Para esto el grupo organizo, conversatorios con artistas y otras instituciones de la sociedad que van nutriendo en el intercambio y generando nuevos proyectos
Compartimos, la producción del último encuentro con la poeta Rocio Varela, acompañado por imágenes de cianotipia de la obra de Arbus.